Las ventajas respecto a las radiografías analógicas son evidentes: la técnica de las placas radiográficas digitales ahorra tiempo y se suprime el uso de productos químicos para el revelado de radiografías analógicas.

Cuanto más cuidado tengamos al manipular las placas radiográficas, más tiempo durarán. Las placas radiográficas no son delicadas, pero hay errores comunes que pueden acortar considerablemente la vida útil de una placa o provocar una pérdida de calidad para el diagnóstico mediante imagen digital. Por ejemplo, pueden aparecer arañazos en las placas radiográficas provocados por las uñas o por cuerpos extraños (polvo, suciedad) o se puede ver mermada la calidad al doblarlas.

Asimismo, hay que asegurarse de utilizar siempre las placas radiográficas dentro de fundas protectoras, tanto para el almacenamiento como inmediatamente después del escaneado de la placa. Si se llevan las placas expuestas sin protección por la consulta, se puede perder la información de la superficie de la imagen debido a la luz intensa. Es importante cerrar bien las fundas para evitar la entrada de sangre y saliva. Los fabricantes han adaptado las fundas protectoras a las placas radiográficas de manera óptima. Es imprescindible seguir cuidadosamente las instrucciones del fabricante para realizar los pedidos de fundas protectoras. Solo así se puede garantizar la mejor calidad en el diagnóstico y se reducen los costes materiales gracias al mayor tiempo de conservación de las placas.

Asimismo, hay que seguir las instrucciones del fabricante en lo referente al tema de la limpieza. Por tanto, en caso de que se hubiera acumulado suciedad en las placas, las empresas recomiendan usar paños de limpieza especiales para placas radiográficas. Por ejemplo, no son apropiadas las toallitas desinfectantes que pudieran dañar las superficies de las placas radiográficas. Consejo: Tras la limpieza, hay que esperar a que las placas radiográficas se sequen antes de volver a introducirlas en las fundas protectoras.

Además, otro factor que ayuda a alargar el tiempo de conservación de las placas es su almacenamiento a temperatura ambiente y en oscuridad. Atención durante el almacenamiento en la sala de radiografías: los rayos X podrían provocar que las placas radiográficas se expongan de forma prematura. Si no se ha utilizado la placa durante un periodo de tiempo prolongado, se recomienda además borrarla antes del próximo uso.

Otra protección para las placas consiste en la utilización de un sistema de soporte apropiado. Así los pacientes no podrán morder la placa radiográfica ni doblarla. Dado que las placas radiográficas se ofertan en diferentes tamaños, también se debería adecuar la placa a cada paciente de forma individual. En caso de presentar un paladar plano, podría ser recomendable la utilización de una placa radiográfica para niños.

Las placas radiográficas se imponen cada vez más como alternativa a los sensores de rayos X. Mediante la manipulación óptima, usando por ejemplo fundas protectoras originales y sistemas de soporte adecuados, se puede lograr un tiempo de conservación más prolongado de las placas y una mejor calidad del diagnóstico.