El problema es el mismo en muchas consultas odontológicas: los asistentes y el dentista se lamentan de dolores de cabeza, molestias en la espalda o dolores en la nuca y en los hombros. Acudir a un ortopeda o a un fisioterapeuta es a menudo la consecuencia. Sin embargo, la relación de las molestias con el tipo de trabajo no suele reconocerse. En cambio, trabajando de forma ergonómica pueden evitarse algunos dolores.
Pocos asistentes de las consultas se han ocupado de esta cuestión. No forma parte de su formación y tampoco los dentistas reciben conocimientos científicos sobre ergonomía durante sus estudios.
Por el contrario: practicando exclusivamente con modelos de cabeza los dentistas adquieren muy tempranamente las primeras posturas erróneas. Entre los errores más comunes en práctica diaria se encuentran el no sentarse correctamente, la posición de trabajo errónea debido a un no adecuado posicionamiento del paciente, la no división del trabajo entre asistente y dentista y, por supuesto, una mala técnica de sujeción y aspiración.
Comienza ya con la posición del paciente. Los pacientes son colocados en la unidad de tratamiento de la manera más cómoda posible para ellos. Pero de esta manera no siempre puede adoptarse una posición de trabajo ergonómica, así, el dentista y el asistente deben trabajar a menudo en una posición encorvada. Aquí, es aconsejable establecer una posición de partida horizontal del paciente en la unidad de tratamiento, para que, por ejemplo, en el caso de una intervención en el maxilar superior no se vea sorprendido por haber sido colocado en una posición en la que la cabeza y los pies se encuentran a la misma altura.
Para que el paciente se sienta más cómodo puede utilizarse una almohadilla para la nuca, que se le puede ofrecer de forma adicional para el posicionamiento sobre el reposacabezas.
También debe aprenderse cómo sentarse correctamente. Sentándose habitualmente de forma errónea, sufren principalmente los discos intervertebrales. Por eso, no solo debe ajustarse la silla según las necesidades de cada asistente.
La posición también es decisiva: los pies planos y firmes sobre el suelo, el tronco recto, la pelvis ligeramente echada hacia delante, los hombros relajados y las piernas ligeramente abiertas. La posición sentada recta puede apoyarse mediante, por ejemplo, cojines.
No debe desatenderse tampoco la práctica de una técnica de sujeción y de aspiración sistemática. Precisamente para evitar dolores en las muñecas o tendinitis. Una técnica de agarre de tres puntos es la más adecuada ergonómicamente. Con pequeñas herramientas, como una rótula o boquillas de aspiración giratorias, las piezas de mano de aspiración de Dürr Dental, por ejemplo, pueden componerse en tres combinaciones diferentes – dependiendo de las necesidades del asistente.
Es conveniente realizar in situ cursos de formación sobre la ergonomía en el trabajo en la consulta odontológica, como los que ofrece Dürr Dental. Solo en la consulta pueden llevarse a cabo con éxito las adaptaciones necesarias de la manera de trabajar. Lo ideal es que toda la plantilla asista a los cursos. Ya que trabajar de forma ergonómica tiene también repercusiones sobre las posiciones de trabajo del dentista y del asistente, sobre la distribución del trabajo durante el tratamiento y sobre la colocación adecuada de los instrumentos.
En cualquier caso, es un buen comienzo indagar sobre la interrelación de las molestias físicas que afectan al equipo de la consulta. No siempre las razones son el estrés, el sobrepeso o la ausencia de ejercicio físico. Desatender la ergonomía en la vida laboral cotidiana también puede producir estos problemas.
Trabajar de forma ergonómica reduce el riesgo de que el dentista y su equipo sufran bajas laborales.